Desde el Lunes que se concedió a Madrid la «Fase 0,5», estamos celebrando Misa abierta al público todos los días a las 20,00 horas procurando guardar y vivir las medidas sanitarias correspondientes. Es emocionante tocar la campana antes de que salga el sacerdote para celebrar Misa, sabiendo que con ello se advierte a la gente de que empieza la Celebración. Si hace unas semanas se tocaba la campana por pura nostalgia de la gente que habitualmente viene a Misa, ahora se hace con la alegría común como quien dice: «de nuevo en Casa».
Cierto es que que cuidando de no llenar un tercio del aforo – el permitido ahora-, la Incógnita es común al pensar en el Domingo. Aún sabiendo que se dispensa del precepto dominical e incluso se recomienda al personal de riesgo que mientras no cambiemos a la fase 3ª se siga la Misa como en el estado de confinamiento por tv, Internet, etc. Sabemos que el afán por volver a la normalidad de nuestra Fe va a mover a muchas familias a asistir el Domingo.
Sabéis que es obligatorio el uso de mascarilla y guantes con lo que es bueno traer de casa los suficientes si han de ponerse y quitarse como por ejemplo para la Comunión – sin dejarlos en los bancos-, que se recomienda hacerse con las manos y si se precisa hacerse en la boca acérquense los últimos. Para la Comunión deben guardarse las distancias para ello lo más adecuado es hacerla por filas comenzando por los de delante y acercarse por el pasillo central y volviendo por los laterales
Debemos de guardar como poco un metro y medio de distancia de los que no viven con nosotros en los bancos, para ello se separarán los bancos y tanto entrada y salidas deberán hacerse por orden. Seguramente dispondremos de alguien que nos ayude en el servicio de orden y nos advierta si se cabe o no se puede entrar ya en la Iglesia.
Cuidando las distancias precisas y sabiendo que no podemos celebrar fuera, se sacarán bancos al atrio de la Iglesia y además de poner las Misas habituales, añadiremos una a las 19,00 horas, para facilitar las no aglomeraciones.
Como no se debe utilizar el confesonario, a diario se confiesa en el atrio del templo y los domingos se hará en la entrada de los salones de catequesis.
La desinfección del templo se hace con agua y jabón. Observaréis que en la puerta hay un dispensador de gel hidroalcohólico y también unas fregonas y bayetas para desinfectar tras cada celebración, ya se ofrecen disponibles pero es de agradecer vuestra colaboración.
¡Qué ganas de volver a la normalidad y por ello rezamos más para que se encuentren las soluciones cuanto antes! Mientras seguimos pidiendo por la salud de los enfermos y quienes cuidan de ellos y de todos nosotros, así como por los difuntos por quienes tocan las campanas casi todos los días a las 12, sabiendo que más que unas cifras son un montón, según cifras oficiales mas de 27.000 las familias que sufren tales pérdidas añadiendo al dolor el sufrimiento de la soledad con la que se han ido tantos.
A los pies de María salud de los enfermos seguimos rezando unidos al Papa y a toda la Iglesia, que ahora se puede expresar más en las celebraciones litúrgicas, Dios os bendiga.