Me emocionó un mensaje corto en redes, Bienvenidos al mes del Orgullo católico, y muy cierto es que en este mes de Junio, tras concluir el último domingo de mayo la solemnidad de Pentecostés, hemos comenzado los domingos celebrando la Santísima Trinidad, el segundo Domingo Corpus Christi y el siguiente Viernes, el Sagrado Corazón de Jesús y el sábado el Inmaculado Corazón de María.
Si bien es cierto que celebrar la Revelación de Dios a los hombres, mostrándoles el Secreto de su Intimidad: una Naturaleza y tres Personas distintas, no deja de ser mayor motivo para agradecer el Amor de Dios a los hombres pues se queda con nosotros para siempre en el Sacramento de su Amor. ¿Cómo no cantar Cantemos al Amor de los amores? Dios nos quiere tanto que no sólo nos da pruebas de su existencia y de Su Ser para que le conozcamos, sino que constantemente se acerca a nosotros para que «tengamos Vida Eterna». Dios se acerca a los hombres para que el hombre se haga Dios.
Ese amor que se vuelca a nosotros lo vemos expresado en la devoción al Su Sagrado Corazón, del cual nuestra Diócesis goza un monumento al que se consagró toda España. La promesa que nuestro Señor hizo al padre Hoyos en Valladolid, se hace realidad en la medida que nos abrimos a su misericordia y deseamos unirnos a El y entregarnos en favor de nuestros hermanos. Descubriendo su Amor nos dolemos de nuestras faltas y volviendo a su Gracia por la Confesión de nuestros pecados, nos unimos a la Iglesia como Nuestra Madre para estar cerca también del Corazón de María.
¡Qué pasada de días y qué misterios tan grandes! Celebrémoslos con la alegría de quien se sabe amado, y un Amor para siempre. Felicidades.